domingo, 3 de marzo de 2013


PLANO URBANO: Las ciudades del interior

RODRIGO MEJÍA-ANDRIÓN
OPINIÓN
Hay un movimiento económico destacado en nuestras ciudades del interior que ya ha traspasado los límites de La Chorrera. Por razones diferentes Capira, Chame, Bejuco, El Valle, Penonomé, Chitré y otros están mostrando cambios radicales que traen beneficios y también algunas afectaciones negativas a las diversas comunidades.
Cuando pasamos por la carretera Interamericana frente a Penonomé, vemos una cuantiosa avanzada de viviendas que parecieran multiplicarse sin límites. Al paso o galope que avanza, pronto habrá llegado a El Caño o Natá, produciendo algo que, definitivamente, no es ciudad. Me preocupa profundamente observar un crecimiento exagerado del “viviendismo” que acapara tierras para producir viviendas en minúsculos lotes donde se construyen cientos o miles de casitas idénticas, sin que la visión sea alterada por una simpática plaza, o un paseo peatonal, espacios públicos donde la gente pueda encontrarse, donde los jóvenes puedan conocer y reunirse con las muchachas del barrio. Una exagerada provisión de solo casitas, es la anticiudad.
Tanto Penonomé como otras ciudades del país están listas para la construcción de edificios, especialmente los de pequeña y mediana altura, de 3 a 10 altos, que permitan reunir familias que puedan ser atendidas por los servicios públicos y privados dentro de áreas cercanas, donde resulte fácil llegar en forma peatonal. Así quedaría tierra para producir parques o plazoletas.
Hace ya más de dos años estuve en Penonomé con mis socios escuchando la presentación de un Plan de Ordenamiento Territorial (POT) preparado por una firma española y arquitectos panameños, que se ofrecía a las autoridades del lugar, en el salón de reuniones del concejo, donde está el oleo de mi abuelo Benigno Andrión, quien fuera alcalde del pueblo en épocas lejanas, cuadro pintado por mi hermana Stella Mejía de Spadafora. Escuchamos con gran atención las explicaciones que se daban, pese a las dificultades que presentaba la ausencia de facilidades visuales, tan necesarias para seguir las informaciones dadas.
Más tarde, pudimos reunirnos con los expositores para recibir explicaciones adicionales y hacer algunas observaciones personales sobre algunos espacios del querido pueblo.
La ilusión de que pronto el trabajo realizado se convirtiera en un acuerdo municipal de riguroso cumplimiento y seguimiento, pronto se desvaneció, porque ni las autoridades del Viceministerio de Ordenamiento Territorial, y mucho menos las de la ciudad, tuvieron la capacidad física y técnica para cumplir con el objetivo del plan.
Lo que he conocido sobre el crecimiento de Penonomé, ojo, crecimiento no desarrollo, es que sigue, como antes, al pleno arbitrio de inversionistas sin que existan disposiciones que exijan seguir un Plan Maestro de Desarrollo, para obtener una urbe ordenada y eficiente, que provea la necesaria mejora de las precarias condiciones físicas de la ciudad, que nuestro tiempo exige.
Otra población que llama mi atención es Chitré, que como me explica un buen amigo chitreano, ya no es Chitré sino Chicuatro o Chicinco. Este otrora pueblo, está tomando características de verdadera ciudad. Tiene la ventaja de contar como Director de Obras Municipales a un conocido y experimentado arquitecto preocupado por su ciudad, aunque no siempre puede evitar algunas obras que afectan desfavorablemente su desarrollo. También hay otros arquitectos y profesionales de categoría, más un grupo de hombres y damas de valía, que se preocupan por la cultura de su gente. Chitré se ha convertido en foco de atención de mucha gente de afuera, inclusive conozco matrimonios de estadounidenses, establecidos previamente en Boquete, que se han trasladado al lugar, atraídos por la calidez de su gente y el espíritu alegre y acogedor de su población, sin olvidar la permanente sonrisa que nos dejan los chistes de Monagrillo.
Me duele todo el esfuerzo dedicado por los chiricanos a favor de la planificación de su amado David, invaluable trabajo realizado como trabajo cívico y voluntario, tan ignorado por las autoridades locales. Admiro a esta provincia por su capacidad de trabajo y dedicación que, ahora con su nueva terminal aérea, logrará convertirse en otra destacada ciudad de Panamá que brillará con luz propia. Necesitamos crear una Autoridad de Planificación Urbana, no tenemos otra opción.